20 de agosto de 2013

CHINOCANGOS FOREVERALONAZOS.

¡SORPRENDENTE! En China hay un boom de muñecas inflables por falta de mujeres.



Xu Guangshi, tiene 31 años y es un joven empresario chino que gana dinero fabricando el producto más importante de su negocio: muñecas inflables. Su compañía de juguetes sexuales se llama Jumei Toys Factory, dónde se producen hasta 10.000 muñecas al mes, que después vende a 15 euros aproximadamente. Este boom es porque miles de millones de hombres no encuentran una mujer con quien tener una pareja, debido a que en la sociedad prevalece la importancia del varón y se aborta a las niñas. Y a pesar de que este aborto selectivo está prohibido, en la práctica se sigue realizando.

Como consecuencia de la política del hijo único, hay un gran desequilibrio entre sexos  provocando que millones de hombres no encuentren mujer. Según las estadísticas, actualmente en China hay 20 hombres por cada mujer y en 2020 se calcula que habrá unos 30 millones de hombres solteros entre 20 y 45 años. Según la socióloga Li Yinhe de la Academia de las ciencias sociales, la china es “una sociedad dónde los hombres valen más que las mujeres.”

“Del sexo con una muñeca no nacen niños. Ni tampoco se transmiten enfermedades”, dice Xu. “También hay mujeres que compran muñecas sexuales para sus maridos”. Por ejemplo, las embarazadas se los regalan a sus maridos cuando quieren evitar tener sexo antes del parto.


En China, los sexshops se denominan “tiendas para la necesidad de los adultos” y se encuentran desperdigadas por las ciudades. En el centro de grandes metrópolis como Beijing, Shanghái o Guangzhou, siempre hay relativamente cerca uno de estos locales.

Aunque Xu vende la mayoría de sus muñecas en Asia, pronto espera poder hacerlo también en Europa. De acuerdo a los expertos del ramo, la mayoría de los juguetes sexuales en todo el mundo proceden de China.

Además, las impresoras 3D podrían revolucionar el mercado. “Gracias a la técnica teóricamente podemos ahora reproducir con exactitud cualquier cuerpo”, ya sea que un hombre quiera tener una copia de plástico de su propia mujer o bien diseñar un cuerpo de fantasía en la computadora.



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